Lo más importante a la hora de preparar esta sencilla tarta es tener todos los ingredientes a temperatura ambiente con una hora de antelación. Así conseguiremos una masa homogénea y al hornearla no aparecerá ninguna grieta.
Prepararemos 500 g de queso fresco batido 0% materia grasa, un yogur de vainilla, 50 g de queso tipo Philadelphia, 175 g de azúcar, 3 huevos, una cucharada de Maizena y una zanahoria grande.
Para preparar la base picamos en la picadora 200 g de galletas de avena con 25 g de uvas pasas y una cucharada de almendra molida.
Obtenemos una arena gruesa que mezclaremos con 75 g de mantequilla derretida. Cubrimos un molde desmontable con papel de horno y aplastamos la masa obtenida sobre la base y parte de los laterales. Para aplastar la masa utilizamos un vaso plano para que nos quede perfectamente nivelada.
Horneamos a 200 ºC sobre la rejilla en el horno previamente calentado durante 10 minutos. Sacamos del horno y preparamos el relleno.
En una fuente amplia vertemos el queso fresco desnatado y revolvemos con la espátula de silicona, añadimos el yogur de vainilla (puede ser de limón para un toque más fresco), lo incoporamos bien con ayuda de la espátula. Añadimos 175 g de azúcar y removemos bien. Continuamos añadiendo uno a uno tress huevos, los 50 g de queso Philadelphia, una zanahoria picada muy fina con la picadora y la cucharada de Maizena. Al final batimos con las cuchillas de la batidora (nunca las varillas) a la velocidad más baja. Debemos batirlo muy poco solo para asegurarnos que no quede ningún grumo. Si batimos demasiado introduciremos aire a la masa y se producirán burbujas.
Vertemos sobre la base y horneamos durante una hora a 170 ºC. Lo más importante es olvidarse de la tarta una vez que la hemos introducido en el horno, no abriremos la puerta en las 3 o 4 horas siguientes, cuando haya finalizado el tiempo de cocción apagamos el horno y seguimos sin abrirlo. No sacaremos la tarta hasta pasadas 2 o 3 horas cuando se haya enfriado completamente. Si seguimos estos pasos no aparecen las grietas.
Conviene refrigerarla antes de servirla por lo que es mejor prepararla la víspera.