Para esta versión mini utilizaremos 120 g de almendra molida, 80 g de azúcar glacé y una yema de huevo.
Comenzamos mezclando la almendra con el azúcar glacé, para mezclarlo de una manera más uniforme lo hacemos utilizando la picadora. Aunque los ingredientes ya están molidos conseguimos una mezcla más fina.
Dividimos la masa en dos partes de 100 g cada una.
La primera masa la ligaremos con agua, como mucho dos cucharadas rasas. Amasamos con la mano hasta obtener una masa que no se pega a las manos. La envolvemos en film transparente y refrigeramos.
La segunda masa la ligamos con una yema de huevo y media cucharada de agua. Esta masa es más pegajosa pero al final formamos una bola que cubrimos con film transparente y refrigeramos.
Transcurrida una hora extendemos las dos masas por separado utilizando el rodillo de amasar. Las extendemos sobre el film transparente dejando dos láminas muy finitas y de tamaño y forma similares.
Ponemos las dos láminas una sobre otra con los plásticos hacia afuera (como una hamburguesa) y pasamos el rollo de amasar por encima uniéndolas bien.
Ponemos la parte de la yema en la parte superior, retiramos este plástico y comenzamos a envolver a la vez que presionamos. Formamos un rollo alargado que prensaremos bien. Cortamos en porciones de 1,5 cm, colocamos sobre moldes individuales sobre la bandeja del horno y horneamos durante 2 minutos en el horno previamente calentado arriba y abajo a máxima potencia en la parte más alta.