Antes de meternos con las manos en la masa debemos dejar 200 g de mantequilla con un poco de antelación fuera de la nevera. De otra forma no podremos trabajar la masa. La mantequilla debe estar a temperatura ambiente y el único método adecuado es no tenerla en la nevera por lo menos cuatro horas.
Cumplida la primera premisa empezaremos a trabajar la mantequilla, la batiremos con el accesorio batidor durante un minuto. A continuación añadimos 90 g de azúcar glacé y 10 g de azúcar avainillado. Batimos utilizando el mismo accesorio a velocidad lenta durante unos minutos. El azúcar glacé hará que la crema tenga una textura regular, sin granos.
Aquí ya se podría terminar esta receta ya que el olor y el sabor de esta crema darían para un postre de por sí, pero continuaremos para conseguir la masa de las pastas.
A continuación, añadimos un huevo y el zumo de medio limón y continuamos batiendo.Vamos añadiendo, poco a poco. 300 g de harina tamizados con una cucharadita de levadura. y lo mezclamoc
Una vez formada la masa, encendemos el horno a 180 ºC y sobre la bandeja del horno vamos formando las pastas con la ayuda de la manga pastelera.
En este caso, yo he utilizado una pistola para hacer galletas, algo que divertirá bastante a los niños de la casa.
Introducimos la bandeja en el horno y mantenemos las pastas unos 10 minutos. Realizaremos varias tandas. Al sacarlas, las dejamos enfriar en la rejilla.
Introducimos la bandeja en el horno y mantenemos las pastas unos 10 minutos. Realizaremos varias tandas. Al sacarlas, las dejamos enfriar en la rejilla.