Tarta de obleas

No hay excusa. ¡Esta tarta no necesita horno!
 
Primero, vamos de compras: Un paquete de Flanín, un paquete de obleas (en Mercadona), mantequilla, avellana molida, almendra molida, azúcar glacé,azúcar en polvo, chocolate para fundir, gelatina en láminas. Y ahora: ¡Manos a la obra!
Comenzamos haciendo una crema mezclando 150 g de mantequilla a temperatura ambiente con 50 g de azúcar glacé y 50 g de almendra molida, lo mezclamos en un recipiente con un tenedor hasta incorporar bien todos los ingredientes.
A continuación, preparamos las natillas, cambiando ligeramete las indicaciones del paquete de Flanín. Utilizamos 800 ml de leche y de ahí separamos una taza donde disolvemos en frío el contenido de un sobre y calentamos el resto de la leche con cuatro cucharadas de azúcar  hasta que hierva.
Cuando hierva la leche incorporamos la mezcla de leche fría con Flanín y removemos hasta que vuelva a hervir, retiramos del fuego, dejamos romper el hervor e incorporamos la crema de mantequilla. mezclándolo todo bien. De esta crema separamos 100 ml y añadimos al resto tres láminas de gelatina previamente disueltas en agua. Reservaremos los 100 ml (sin gelatina) para el final.
Por fin podemos empezar a preparar la tarta. En la bandeja en la que vamos a presentar la tarta colocamos una oblea y la cubrimos con un poco de crema que extenderemos con una brocha de cocina cubriéndola por completo. Cubrimos con otra oblea y repetimos el proceso. Así hasta que se nos acabe la crema. Finalizamos cubriendo con una oblea.
Finalizamos la tarta con una crema de chocolate y avellana. Mezclamos los 100 ml de natillas con dos onzas de chocolate de cobertura derretidos 30 s en el microondas, añadimos un puñado de avellana molida y mezclamos bien. Lo extendemos con una espátula cubriendo la última oblea y la dejamos en la nevera enfriando al menos tres horas. La podemos preparar la víspera y dejarla en la nevera toda la noche mezclándose bien los sabores.
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