Lo primero que tenemos que hacer es el bizcocho que servirá como base. Para ello comenzaremos encendiendo el horno a 180 ºC y cubriendo la bandeja del horno con papel de horno.
Con el accesorio batidor de la batidora mezclamos cuatro huevos y cuatro cucharadas de azúcar hasta que la mezcla ha quedado pálida y cremosa con bastante consistencia. Vamos añadiendo una a una cinco cucharadas de harina mientras seguimos batiendo y cuando esté todo mezclado lo vertemos en la bandeja extendiéndolo. Lo horneamos diez minutos.
Mientras colocamos otra hoja de papel de horno en la mesa de trabajo y la espolvoreamos con azúcar glacé. Sacamos la lámina de bizcocho del horno y le damos la vuelta colocando la parte que no tiene papel sobre el papel azucarado. Quitamos el papel de horno de la parte superior y enrollamos el bizcocho alrededor del papel azúcarado. Lo dejamos enfriar en la rejilla.
Mezclamos 250 de requesón con cuatro cucharadas de azúcar glacé, 75 g de nuez molida y el zumo de medio limón y rellenamos la lámina de bizcocho con la crema formada enrollándola de nuevo.
Espolvoreamos con azúcar glacé para decorar el rollo.