La masa de pan, como siempre hecha a mano, con tiempo y con tiento.
Empezamos calentando en el microondas 90 ml de leche desnatada, vertemos en una fuente amplia y disolvemos una cucharada de azúcar. Añadimos una cucharada de harina y deshacemos 25 g de levadura de panadería en taco Levital. Dejamos reposar 20 minutos y... cosas de la levadura : ¡aumentará tres veces el volumen!
Tamizamos 350 g de harina en un tamiz, mezclamos con un yogur natural templado 30 s en el microondas, dos cucharadas de mantequilla derretida, una de azúcar y el prefermento anterior. Mezclamos con una espátula de silicona y amasamos a mano hasta que nos quede una masa fina.
Cubrimos con un paño blanco húmedo y dejamos fermentar hasta que aumente su volumen en un lugar cálido (unos 40 minutos)
Mientras la masa fermenta vamos preparando el relleno mezclando una taza de nueces peladas con media taza de azúcar moreno. Picamos las nueces y el azúcar con la batidora y cuando estén mezcladas añadimos una cucharada de infusión de anís. Ponemos un cazo a calentar con dos cucharadas de mantequilla y cuando esté derretida mezclamos bien con las nueces.
Extendemos la masa, extendemos el relleno y formamos el enrejado.
Dejamos fermentar de nuevo otros 30 minutos y horneamos a media altura sobre la rejilla con la parte de arriba y abajo del horno a 180 ºC encendido durante 20 minutos vigilando por si se dora demasiado. Si es así apagamos la parte superior.