Para elaborarla he utilizado harina de castaña que había preparado y congelado en otoño y cerezas frescas del Bierzo que ahora están en plena temporada.
Se mezclan 300 g de harina de castaña con 150 g de azúcar blanquilla y 10 g de azúcar avainillada. Derretimos 100 g de mantequilla en el microondas y lo añadimos a la mezcla. Incorporamos dos huevos y por último 200 g de cerezas que lavamos, deshuesamos y cortamos en cuartos.
Forramos con papel de horno un molde desmontable y vertemos la mezcla anterior. Adornamos con cuatro cerezas cortadas a la mitad y espolvoreamos con un poco de azúcar moreno. Horneamos colocando la fuente sobre la rejilla 30 minutos a 180 ºC encendiendo solo la parte de abajo y 5 minutos más con la parte de arriba del horno