Comenzamos templando 125 ml de leche en el microondas durante 30 s. Añadimos dos cucharadas de azúcar y 12 g de levadura prensada Levital. Removemos bien con un tenedor y dejamos reposar durante 15 minutos. Vemos como la levadura realiza su tarea y la mezcla burbujea.
Tamizamos 250 g de harina con media cucharadita de sal, mezclamos la mitad de la harina con la mezcla de leche y levadura, removemos bien. Rallamos 50 g de mantequilla con un rallador grueso y mezclamos. Incorporamos la otra mitad de harina y amasamos a mano hasta obtener una masa lisa. Se trabaja muy bien. Formamos una bola de masa.
Cubrimos con una paño húmedo y dejamos reposar media hora para que aumente su volumen en un sitio templado.
Extendemos la masa con el rodillo de amasar sobre una superficie enharinada. Lo dejamos con un grosor de unos dos cm.
Calentamos a fuego lento 40 g de mantequilla y cuando se funda retiramos del fuego. Añadimos dos cucharadas de azúcar moreno y una cucharada de nuez finamente molida. Con esta mezcla pintamos la superficie de la masa extendida, espolvoreamos con canela y enrollamos sobre si misma. Cortamos en discos de unos dos cm de grosor y dejamos reposar sobre la rejilla del horno cubierta con silicona. Cubrimos de nuevo y dejamos reposar 40 minutos para que fermenten. Humedecemos ligeramente dos cucharadas de azúcar blanquilla y adornamos los bollitos después de pintarlos con leche.
Podemos colocar los bollos por separado o formando una figura. No es necesario que estén pegados ya que al fermentar se unen.
Precalentamos el horno, la parte de abajo, a 200 ºC y cuando hayan reposado horneamos durante 20 minutos. Una vez en el horno encendemos la parte de arriba.
También podemos colocar la masa en una flanera obteniendo bollos más altos.
