Comenzamos preparando el relleno de nuez. Para ello molemos 100 g de nuez y lo mezclamos con dos cucharadas de azúcar, añadimos una cucharada de infusión de anís que hemos hecho echando una cucharadita de anises en una taza de agua hirviendo. Lo mezclamos bien.
Con el rodillo de amasar aplastamos una rebanada de pan de molde. Debe quedar muy fina y compacta. Cortamos el borde oscuro si lo tiene y extendemos por encima una capa de masa de nuez y enrollamos presionando firmemente. Sellamos con un poco de agua presionando. Cortamos en rodajas del tamaño de
un bocado.