Simplemente tenemos que batir tres huevos, añadir un yogur natural, 200 ml de nata, 175 g de queso blanco de untar, 10 g de azúcar avainillado, cuatro cucharadas de azúcar y cuatro cucharadas de vainilla. En menos de cinco minutos lo tendremos todo mezclado.
Vertemos la mezcla en seis flaneras individuales forradas con papel de horno y horneamos a 180 ºC en el horno previamente calentado durante 45 minutos. Dejamos las flaneras enfriar en el horno sin abrirlo y no las sacamos hasta el momento del postre.
Colocamos encima de cada postre una cucharadita de mermelada de cereza negra y disfrutamos de cada cucharada.