Comenzamos montando siete claras de huevo usando las varillas de la batidora (las podemos tener congeladas en una bolsa y dejarlas descongelar para usarlas). Las batimos bien firmes y las reservamos.
Batimos 100 g de mantequilla a temperatura ambiente y lo mezclamos con 125 g de azúcar, añadimos 120 ml de yogur líquido de limón e incorporamos 200 g de harina tamizada con un sobre de levadura.
Comenzamos a añadir las claras batidas a la masa anterior, lo hacemos poco a poco, con ayuda de la espátula de silicona y con movimientos de abajo a arriba. La textura es muy esponjosa.
Vertemos en un molde forrado con papel de horno y horneamos sobre la rejilla a media altura a 180 ºC durante 40 minutos.