Esta tarta se realiza en tres fases: La base de galleta, el relleno muy cremoooooso y la parte superior.
Para hacer la base de galleta he utilizado 180 g de galletas Digestive de avena que he triturado con 50 g de azúcar. Después he mezclado a mano con 80 g de mantequilla que había estado fuera de la nevera unas horas. La masa obtenida se aplasta contra el fondo de un molde desmontable (22 cm) y se hornea 10 minutos a 170 ºC en el horno previamente calentado.
Mientras horneamos vamos preparando el relleno. Para mezclar los ingredientes simplemente he utilizado un tenedor ya que no conviene introducir aire a la masa ya que esto provocaría que aparecieran burbujas.
Comenzamos con 600 g de queso cremoso, mezclamos con 125 g de azúcar,60 ml de nata para montar, añadimos 25 g de harina y por últimos 3 huevos y ralladura de un limón. Vamos incorporándolos de uno en uno. El resultado es una crema que volcamos sobre la base de galletas que hemos sacado del horno.
Colocamos sobre la rejilla del horno a media altura cubierta con una lámina de silicona u otro recipiente para evitar fugas y horneamos 15 minutos a 170 ºC. Bajamos la temperatura a 120 ºC y horneamos 90 minutos más. Dejamos que enfríe en el horno.
Cuando esté fría adornamos con chocolate blanco y chocolate negro de cobertura. Calentamos 40 g de cada uno en el microondas durante 30 s por separado con una cucharadita pequeña de agua, introducimos en una bolsa a la que cortamos una esquina con un corte muy pequeño y adornamos directamente sobre la tarta.
Introducimos en el frigorífico y dejamos enfriar toda la noche.