Comenzamos haciendo la masa mezclando 150 g de harina de repostería con medio sobre de levadura de panadería. En un vaso mezclamos 25 ml de agua y 25 ml de vino blanco y lo calentamos 20 segundos en el microondas, lo mezclamos con la harina y añadimos 50 ml de aceite templado 15 segundos en el microondas. Amasamos hasta que nos quede una masa fina que dejaremos reposar media hora tapada con un paño humedecido para que la masa aumente de volumen.
Después del reposo, extendemos la masa con el rodillo y cortamos la masa en rectángulos en los que colocaremos una loncha de dulce de manzana. Cerramos las empanadillas sellándolas con un tenedor y las freímos en abundante aceite por ambos lados. Las escurrimos y colocamos sobre papel absorbente para eliminar la grasa. Una vez frías espolvoreamos con azúcar glacé.
En mi caso, tanto para la elaboración de la masa como en la fritura empleo aceite de oliva virgen extra. Hay personas que prefieren emplear aceite de girasol ya que el sabor es más suave.