Comenzamos encendiendo el horno a 180 ºC para que vaya cogiendo temperatura. A continuación batimos tres huevos, añadimos medio yogur de limón y medio de nata espesa, lo vamos removiendo y añadimos dos vasitos de azúcar, lo mezclamos y vamos añadiendo un vasito de harina, un sobre de levadura, otro vasito de harina, medio vasito de aceite de oliva y el último vasito de harina.
Finalmente vertemos la masa en un molde previamente forrado con papel de horno (esta opción es mejor que engrasar el molde ya que corre más riesgo de quemarse) y lo situamos sobre la rejilla del horno evitando la bandeja ya que la base se tuesta demasiado.
Después de 30 minutos ya está listo y los niños encantados del buen trabajo que han hecho.