Unas galletas del tipo de las shortbread escocesas. En este caso, con la cara blanca y la cruz de chocolate ¿O es al revés?
Comenzamos tamizando 300 g de harina con una cucharada de Maizena y una cucharadita pequeña de levadura Royal. Lo vertemos en una fuente y añadimos 100 g de azúcar y 10 g de azúcar avainillada. Lo mezclamos bien
Rallamos 225 g de mantequilla sobre la mezcla anterior y lo amasamos con las yemas de los dedos. Al principio formaremos una especie de arena gruesa, dividimos la masa en dos partes y a una de las partes le añadimos una cucharada de cacao puro Valor.
Amasamos las dos masas por separado, al principio parece que no liga pero si continuamos y no añadimos nada más formaremos dos bolas de masa que envolveremos en film transparente por separado. Refrigeramos media hora.
Extendemos las dos masas por separado ayudándonos del rollo de amasar y cuando tienen un tamaño y un grosor similar, las superponemos y pasamos el rollo de amasar por encima.
Con el cortapastas siempre enharinado vamos haciendo las formas y vamos colocando sobre la bandeja del horno cubierta con papel de horno. Unas las colocamos con la cara blanca hacia arriba y otras con la cara marrón.
Horneamos, a media altura, 10 minutos a 180 ºC con el horno previamente calentado encendido arriba y abajo.
